Los tránsitos del planeta Venus
Los tránsito de Venus son una de los fenómenos astronómicos más difíciles de ver por su escasa ocurrencia. De media, se produce un tránsito cada 125 años, con una alta probabilidad de que si se produce uno, se repita el fenómeno 8 años después, como así ha ocurrido no hace mucho, con un tránsito en Junio de 2004 y otro en Junio de 2012.
Un poco de historia...
La primera observación de un tránsito de Venus de la que se tiene constancia fue realizada por el inglés Jeremiah Horrocks el 4 de Diciembre de 1639, un astrónomo aficionado y conocedor de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Para llevar a cabo la observación, empleó la técnica de proyección a través de un pequeño telescopio refractor.
Horrocks no sólo observó el tránsito, sino que predijo su ocurrencia, enmendando la plana al mismísimo Johannes Kepler, quien calculó y expuso en las Tablas Rudolfinas (Tabulae Rudolphinae) de 1627 los tránsitos de 1631 (no observable desde Europa y sin ningún informe de observación) y 1761, y se olvidó del tránsito de 1639 por no tener en cuenta el pequeño detalle, de que el observador de dichos fenómenos está en la superficie de la Tierra y no en su centro.
Los escritos de Horrocks fueron publicados por el astrónomo alemán Johannes Hevelius en 1662.
La observación de los tránsitos de los planetas interiores (Mercurio y Venus) será de crucial importancia en siglos posteriores para determinar el valor de la Unidad Astronómica (UA), es decir, la distancia Tierra-Sol y conocer la escala del Sistema Solar, puesto que gracias a las demostraciones trigonométricas de Copérnico y a los resultados de aplicar la Tercera Ley de Kepler a los movimientos planetarios , se conocía el valor de la distancia de los demás planetas en relación con la UA. También permitiría conocer el tamaño real de los planetas.
Mi experiencia...
Desafortunadamente, mi situación geográfica en el centro de la Península Ibérica me impidió disfrutar del más reciente, el de 2012, que pudo observarse en todo su esplendor en el océano Pacífico.
Sin embargo, he rescatado de mis archivos fotográficos imágenes del primer contacto del tránsito de Junio de 2004, que sí pudo observarse sin problemas desde España.
Las fotos fueron tomadas al amanecer, con una webcam Philips TouCam II a través del Meade LX200GPS de 8” con un filtro solar de polímero negro, que da un tono anaranjado muy natural a las imágenes. Es una lástima que en aquella época fuera un novato de la astrofotografía y no tengan una mejor calidad, pero las considero como un documento histórico.
En algunas de estas imágenes se puede apreciar el «black drop effect», una especie de lágrima que deforma el contorno de Venus y que parece que trata de no soltarse del limbo solar. Este efecto impidió el éxito de las expediciones científicas del siglo XVIII, que no pudieron tomar medidas de tiempo con la precisión necesaria para establecer la medida de la Unidad Astronómica.
Creo que va ser difícil observar el siguiente previsto para Diciembre de 2117, pero Australia parece un buen sitio para observarlo. :-)