Confección lista de observación astronómica
La preparación es fundamental para sacar el máximo provecho de una noche de observación. No hay nada más decepcionante que estar con todo montado, con una noche perfecta y no saber hacia dónde apuntar el telescopio. La astronomía presenta una gran variedad de objetivos y de posibilidades y, obviamente, no podemos llevarlas a cabo todas en una misma noche. Se hace necesario filtrar entre esos cientos de miles de posibilidades para obtener una lista de una o varias docenas de objetos específicos para una noche en concreto.
Datos básicos
El diseño y confección de la lista de objetos para observar en una noche determinada se basa en la respuesta a tres preguntas fundamentales: ¿Qué quiero ver? ¿Dónde y cuándo? y ¿Cómo?
¿Qué quiero ver?
Hace referencia a los diferentes objetos o fenómenos celestes que deseamos observar. En este aspecto influye profundamente las propias preferencias y gustos del observador por determinados objetos o fenómenos para observar. Algunos amantes de la astronomía tienen predilección por las estrellas dobles, a otros les interesa localizar y observar galaxias débiles, a algunos les apasiona la observación de los planetas…
Tipos de Objetos que podemos incluir en una lista de observación
- Objetos fijos
- constelaciones
- asterismos
- estrellas (colores, dobles o múltiples, variables, de carbono)
- cúmulos (abiertos y globulares)
- nebulosas (emisión, reflexión, oscuras)
- nebulosas planetarias
- galaxias
- quasars
- Objetos errantes
- Sol
- Luna
- Planetas y sus lunas
- asteroides
- cometas
- Fenómenos celestes puntuales
- eclipses
- ocultaciones
- tránsitos
- lluvias de estrellas
¿Dónde y cuándo?
Otro de los aspectos clave para confeccionar la lista de observación es conocer el lugar, la fecha y la hora en la que vamos a observar.
El lugar de observación
En referencia al lugar, será necesario conocer la latitud y la longitud del emplazamiento, normalmente con una precisión inferior a 100 km equivalentes, muy aproximadamente, para tener un orden de magnitud, a 1º de longitud y latitud (NOTA: en latitudes medias).
Sin embargo, en algunos casos, como por ejemplo los tránsitos de la Estación Espacial Internacional ISS) frente al Sol o la Luna que se producen en una estrecha franja de terreno, la precisión en la localización se hace imprescindible. La mayoría de los eclipses, ocultaciones y tránsitos establecen condicionante más o menos estrictos en cuanto al lugar de observación.
Del lugar de observación también es necesario conocer su grado de contaminación lumínica en el caso de observaciones nocturnas. La contaminación lumínica afecta no sólo a nuestra capacidad para detectar objetos débiles, sino también porque puede impedir la correcta adaptación de nuestros ojos a la oscuridad. La contaminación lumínica afecta sobre todo a las zonas más cercanas al horizonte y su extensión puede provocar que en determinadas zonas del cielo sea casi imposible observar otros objetos que no sean los planetas o las estrellas.
Recapitulando: el lugar de observación nos va a definir la coordenada de declinación celeste de los objetos fijos que vamos a poder observar, la posibilidad de observar determinados fenómenos astronómicos con condicionantes de tipo geográfico y si los efectos de la contaminación lumínica pueden impedir la observación de los objetos más débiles...
Hora de observación
También será necesario conocer la hora durante la cual vamos a observar que, generalmente para la observación astronómica nocturna, se encuentra entre la puesta y salida del sol.
Pero como todos sabemos, cuando el sol se acaba de poner por el horizonte, el cielo todavía no está totalmente oscuro. Es el crepúsculo.El denominado crepúsculo astronómico finaliza y da paso a la noche cuando el Sol, tras la puesta, está 18° por debajo del horizonte. Es a partir de este momento cuando se pueden observar los objetos de menos brillo superficial y más exigentes como nebulosas y galaxias. Hasta ese instante podemos dedicarnos a observar los planetas, estrellas, la luna y los cúmulos abiertos a los que la presencia de claridad no les afecta tanto. La duración del crepúsculo astronómico depende de la trayectoria del Sol, dependiendo si es más o menos vertical respecto al horizonte, y varía conforme lo hacen las estaciones.
Uno de los factores que también va a afectarnos dependiendo del objeto que estemos observando es la presencia o no de la Luna y de su fase. El efecto de la Luna es similar al de la contaminación lumínica, bañando de claridad las zonas de cielo adyacentes y dificultando la observación de los objetos de brillo superficial más débil. Normalmente los observadores de objetos de cielo profundo prefieren las noches sin Luna, bien porque está en fase de luna nueva o bien porque la Luna se encuentra por debajo del horizonte.
Los casos más críticos en cuanto a la precisión horaria necesaria, son los tránsitos de la ISS frente al Sol y la Luna, que duran menos de 1 segundo. En las ocultaciones de estrellas por asteroides, conocer el tiempo exacto es vital para poder ayudar a definir la forma de los mismos.
Fecha de observación
Aparte de la hora, será necesario conocer la fecha en la que vamos a observar para tener en cuenta el cielo de la estación en la que estamos inmersos, la fase de la luna, posición de los planetas…
La fecha de observación nos va a proporcionar la coordenada en Ascensión Recta (AR) de los objetos fijos que vamos a poder observar y en el caso del resto (cometas, asteroides, planetas..) nos servirá para conocer también su declinación.
Estación | AR | Constelaciones destacadas |
Primavera | 09h-15h | Leo-Virgo; Osa Mayo |
Verano | 15h-21h | Sagitario-Escorpión; Cisne-Hércules |
Otoño | 21h-03h | Pegaso; Casiopea |
Invierno | 03h-09h | Orión; Auriga |
¿Cómo?
Para responder a la última pregunta necesitamos saber qué instrumento vamos a utilizar, cuál es la condición física y de agudeza visual del observador y también su nivel de experiencia.
Instrumento utilizado
La capacidad de observar objetos los débiles es función fundamentalmente de la apertura de nuestro telescopio. Obviamente cuanto mayor sea el diámetro del objetivo, mayor será su captación de luz.
También el diámetro del objetivo es fundamental a la hora de establecer su poder de resolución, qué es la variable fundamental en la observación de estrellas dobles o múltiples y en la observación de detalles en los planetas.
Agudeza visual observador
Nuestros ojos también son un componente fundamental del tren óptico. Los defectos de miopía o hipermetropía no son un problemas puesto que se pueden compensar desplazando el enfocador hasta obtener una imagen nítida sin necesidad de gafas. Sin embargo, en caso de compartir telescopio con otras personas, suele complicar la observación por la necesidad de reajustar el foco, y más aún en el caso de observaciones públicas donde los asistentes a veces no saben enfocar.
El astigmatismo es más problemático, recomendándose utilizar gafas o haciendo uso de elementos especiales en el telescopio como el Dioptrix de Televue.
Por último, la capacidad de dilatación de la pupila, que suele menguar con la edad, afecta a la elección de los oculares más luminosos.
Nivel de experiencia observador
La experiencia del observador también juega un papel en la observación de los objetos menos obvios. Por un lado, saber que se está observando en el campo adecuado, permite que el tiempo dedicado a discernir el objeto no se malgaste. Por otro lado, conocer los puntos de nuestra retina que son más sensibles a la luz nos permitirá “encender” el objeto y hacerlo notable en el campo del ocular. Por último, tener unas expectativas reales de lo que vamos a observar nos ayudará a localizarlos más fácilmente.
Confección de la lista
Conociendo la fecha de la observación y nuestra posición y empleando páginas web como Heavens-above o los programas de tipo planetario (Stellarium, Cartes duCiel, HNSKY…), podemos conocer qué planetas son observables y también efemérides referentes a otros cuerpos del sistema solar como asteroides y cometas y satélites artificiales.
Empleando Catálogos de objetos astronómicos y otras listas de observación vamos a ir seleccionando los objetos observables en una noche determinada:
- Filtrado por ascensión recta que, como hemos visto, depende de la estación del año en la que nos encontremos.
- Descartar aquellos objetos que tengan una declinación inferior a la observable desde nuestra posición o bien aquellos que estén inmersos en el halo de contaminación lumínica.
- El siguiente filtro que se puede utilizar es el de brillo superficial en el caso de objetos extensos, seleccionando aquellos que por nuestra experiencia y dependiendo del instrumental utilizado podamos alcanzar. Conviene también elegir objetos más allá del límite o en la frontera para probar.
Aún empleando estos criterios de selección nos podemos llegar a encontrar todavía con demasiados objetos para la noche. A partir de este momento el criterio personal es el que marca la reducción de la lista hasta que sea manejable. Podemos elegir objetos que nos han gustado anteriormente, objetos nuevos… o también podemos investigar en internet sobre algunos de ellos para saber si merece la pena observarlos o no. Para ello lo mejor es buscar información de otros observadores sobre objetos en concreto o buscar dibujos para saber cómo se ven en realidad. Normalmente las fotos presentan mucho más detalle (y color) que la vista por el ocular, por lo que recurrir al dibujo astronómico es algo más cercano a la realidad.
Tras seleccionar los objetos, lo mejor es ordenarlos según la hora a la que se ponen, intentando primar aquellos objetos que se encuentran cerca del meridiano para observarlos a la mayor altura posible.
Generadores de listas de observación
No es lo ideal, pero a veces utilizar sitios web para que nos hagan la lista de observación puede facilitar la tarea y sugerirnos algún objeto interesante que se nos haya escapado. El principal problema de estas listas es que, aunque podemos filtrar los objetos, no es posible filtrar por “espectacularidad o belleza” y se suele acabar con una sucesión de “borroncillos” de galaxias NGC que muchas veces no merece la pena observar o nebulosas planetarias minúsculas casi indistinguibles de una estrella normal y corriente.
DarkerView es muy completo, aunque visualmente menos atractivo.
El generador de sesiones de observación de la página univers-astronomie permite añadir el telescopio a utilizar y la experiencia del observador, datos que utiliza para personalizar los objetos del listado. Como nota curiosa, en el plan de observación establece pausas con consejos como beber algo, colimar el telescopio... Lástima que la traducción al español no sea totalmente completa y permanezcan algunas palabras, sobre todo el nombre de los objetos, en francés.