M16 - La Nebulosa del Águila
La Nebulosa del Águila (Messier 16) es una nebulosa de emisión en la constelación de la Serpiente.
- Exposición: 17 x 600s
- Fecha adquisición: 04/07/2013
- Equipo: Moonfish ED80 + Canon EOS 550D
La «Nebulosa del Águila» es el número 16 del catálogo Messier y, como la mayoría de objetos que aparecen en él, se puede ver y localizar fácilmente con equipos modestos.
Sin embargo, como es habitual al observar las nebulosas, no se van a poder apreciar los colores que aparecen en las fotografías, mostrando tonos grises como se explica en Los colores en la observación visual.
La Nebulosa se encuentra en la constelación de Serpens (Serpiente), en concreto en Serpens Cauda (Cola de la Serpiente), la parte de esta que se encuentra más cerca de la Vía Láctea.
Es un objeto típico de Verano para los observadores del hemisferio Norte y junto con M17 (Nebulosa del Cisne), Nebulosa de la laguna - Messier 8 y M20 (Nebulosa Trífida) una buena excusa para navegar por la zona que enmarcan las constelaciones de Sagitario y Escorpión.
Hay ocasiones que los nombres que se dan a los objetos astronómicos (nebulosas, constelaciones…) poco o nada tienen que ver con su apariencia real. Sin embargo, en este caso, el nombre es bastante afortunado. Si nos fijamos en el centro de la nebulosa, aparece una figura más oscura que asemeja un ave rapaz con las garras extendidas saliendo de la nube.
Esta zona central fue fotografiada por el Hubble y a las columnas de polvo y gas que surgen de la nebulosa se las denominó «Los pilares de la Creación» porque en ellas están naciendo nuevas estrellas. Estas regiones han permitido incrementar el conocimiento sobre la formación de estrellas.
También se aprecia en otras partes de la foto los denominados «Glóbulos de Bok», nubes frías de gas molecular. Estos glóbulos de Bok se pueden observar también en fotografías de la Nebulosa de la laguna - Messier 8 o en la Nebulosa del Rosetón (NGC2237). Ocultas dentro de estas nubes, se forman estrellas, y con el paso del tiempo, su radiación, eliminará el glóbulo quedando visible. Así lo han hecho ya las estrellas que han nacido recientemente (astronómicamente hablando) y que se pueden observar en el centro de la nebulosas con un color blanco-azulado. La presión de radiación de estas estrellas recién formadas es la que ha “excavado” el hueco central y está ionizando la materia a su alrededor y catalizando la formación de nuevas estrellas.
El predominio del color rojo en la fotografía se debe a que la Nebulosa del Águila emite luz a una longitud de onda de 656.3 nm, fruto de un proceso de combinación de átomos de hidrógeno en sus iones y viceversa. Esa emisión (denominada H-alfa) está en la zona del rojo del espectro visible.