Procesado de imágenes astronómicas
El procesado de imágenes astronómicas es la última fase de nuestro camino. Con ella conseguiremos a partir de los datos recogidos, obtener una imagen final que cumpla los objetivos que nos hemos marcado (estéticos y/o científicos).
A grandes rasgos, el procesado permitirá disponer los datos obtenidos de tal forma que puedan ser asimilados y percibidos en toda su riqueza por nuestros ojos.
Este planteamiento, a mi modo de ver, implica ser fiel a los datos originales y evitar la aplicación de procesos arbitrarios.
Cada imagen es un mundo y, aunque existe un esquema general de procesado común a todas ellas, será necesario adaptarlo a cada caso particular para salvar los obstáculos específicos de cada una de ellas.
La variedad de objetos existentes en el Universo: zonas de nebulosidad, campos con muchas estrellas o con escasez de ellas, galaxias de tamaños muy diferentes… implicará un acercamiento singular para cada imagen.
Una vez más, la utilización de un software que permita un control total de los parámetros involucrados, nos dará la flexibilidad necesaria para adaptarnos a cada reto.
Si hemos cuidado la adquisición y calibración de nuestras imágenes, su procesado se puede hacer en cualquier momento posterior.
Esto implica que se puede volver a procesar cuando, por ejemplo, aparezca un software que nos facilite aún más la tarea, cuando hayamos mejorado en nuestros conocimientos, cuando tengamos una idea más clara de lo que queramos conseguir…
Si se disfruta del procesado, la diversión se multiplica y podemos pasar horas y horas tratando los datos.
En este aspecto, es buena idea dejar nuestros datos en bruto a otros astrofotógrafos con más conocimientos para ver qué se puede conseguir a partir de nuestros imágenes o al menos pedir opiniones y críticas constructivas de cada trabajo.